El fiscal de la causa, Marcelo Domínguez, de la UFI N.º 5 de Lomas de Zamora, dispuso por ello el allanamiento de la vivienda de esas personas. Si bien reconocieron la valija como propia, aseguraron que había sido robada a un familiar, una mujer trans que quedó detenida.
Ahora salieron a la luz las fotos de la valija y la mochila donde estaban sus restos, después de ser descuartizado, y las imágenes son realmente estremecedoras.
Quién era Fernando Pérez Algaba, el empresario descuartizado
Fernando Pérez Algaba, era empresario de 41 años y le decían “Lechuga”. Se dedicaba, entre otras cosas, a la venta y alquiler de autos de alta gama. También realizó negocios en el extranjero. Tenía nivel 5 en la central de deudores, es decir, “irrecuperable”.
Con un domicilio registrado en Castelar y otro en Ituzaingó, residió en Miami hasta principios de este año y había llegado recientemente a Argentina, proveniente de España.
“Comencé a trabajar a los 14 años, me inicié con una bicicleta y una caja y empecé a vender sándwiches en las remiserías. Dos años después de eso fui repartidor de pizzas con una motito; luego trabajé en los comercios de la zona del barrio donde vivía, ya sea de heladero, en todo tipo de restaurantes y pizzerías”, había contado el hombre en una entrevista en Ámbito Financiero.
Años después de esos primeros trabajos compró una moto para revenderla y ahí fue que se acercó al rubro de la compra-venta de automóviles y motos de agua. “Viajaba mucho a Paraguay para comprar ruedas, era mucho más barato que en la Argentina. Esto me permitía remodelar los autos y revenderlos a un mejor precio”, contó Pérez Algaba.
Ya en Miami, donde residió hasta principios de este año, comenzó a operar en la bolsa de Wall Street. Según contó en diversas entrevistas, empezó con una inversión de US$100.000 y a los 4 días había ganado US$200.000.
Poco tiempo después lo perdió todo por una mala inversión, y se abrió su propia oficina para invertir en Estados Unidos. “Armé una oficina con 25 traders. Somos comerciantes que obtenemos rentabilidad al efectuar operaciones de compra y venta de activos en los mercados financieros y bursátiles”, explicó.
El empresario además estaba metido en el mundo de las criptomonedas y hasta fue piloto del TC Regional.