Se debe a que las autoridades sanitarias pidieron a la ANMAT revisar la condición de venta de 22 remedios, cuyo expendio se realiza hasta ahora bajo receta.
«A simple vista surge el alto riesgo para la salud que implica liberar la venta de: «Orlistat», «Aciclovir», «Tadalafil» o «Pantoprazol», que pueden provocar: alergias, arritmias, diarrea, hipotensión, hipertensión, infertilidad, priapismo, ictericia, ceguera, daño renal y neumonía, entro otros efectos graves», advirtió el Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB).
A través de la Resolución 284/2024, las autoridades nacionales pidieron a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) la revisión de la condición de venta.
Según se aclaró desde SAFyB, el listado de remedios a cambiar de categoría será revisado de acuerdo a la Clasificación ATC que los agrupa según su Anatomía, Terapéutica y Química, siguiendo los lineamientos de la Disposición ANMAT 3686/11, «pero a simple vista surge el alto riesgo para la salud que implica liberar su venta».
La postura de los farmacéuticos
La entidad profesional consideró que la liberación a la venta de estos remedios «sólo beneficia a los laboratorios que no quieren restricciones y estimulan la venta, el uso y el abuso a través de su artillería publicitaria, desde la mañana temprano hasta la noche tarde en casi todos los canales de televisión».
En diálogo con Popular, Marcelo Peretta, titular de SAFyB, señaló que «es un disparate cambiar de categoría medicamentos como lidocaína (anestésico), gentamicina (antibiótico), lisina, clonicinato (antiinflamatorio), medicamentos para adelgazar, aciclovir (antiviral)».
«Es obvio que son productos que tienen serias contraindicaciones, provocan serias alergias, pero además serios y graves efectos secundarios, dermatológicos, respiratorios, insuficiencias cardíacas, hipertensión, hipotensión», agregó.
Además, el dirigente advirtió que «con esta medida van a aumentar los precios, porque cada vez que un medicamento pierde la categoría de medicamento recetado, pierde su cobertura de prepaga o su obra social, o sea, no tiene más descuento de prepaga u obra social».
En ese sentido, Peretta consideró también que «la gente va a terminar pagando de su bolsillo y el precio va a aumentar el 100%, porque le van a cargar el precio de la publicidad, con lo cual esto es un disparate, es un error técnico, que solo beneficia a los laboratorios y perjudica a la gente».
Ante esta situación, SAFYB envió misivas al Ministerio de Salud y a la ANMAT fundando su oposición al cambio de categoría de estos productos farmacéuticos y sostuvo «de aprobarse este pedido de los laboratorios se continuará banalizando el consumo de medicamentos y potenciando la automedicación».
«Para peor, la cartera de Salud aclaró que: ‘los trámites necesarios para adecuar el contenido de las unidades de venta, rótulos, prospectos y demás información relacionada no serán arancelados’, es decir, todo al servicio de la industria farmacéutica», indicó la entidad.
«La única verdad es que los medicamentos no son inocuos y siempre tienen contraindicaciones, interacciones y reacciones indeseadas; pero el Gobierno quiere sacarlos de las manos del médico y del farmacéutico y que se vendan libremente en kioscos sin control», completó el comunicado.